comprender la realidad. Un modelo de comunicación puede ser una explicación
de la interacción comunicativa en un fragmento del mundo real, o entre sujetos
que pertenecen a él. A través de un modelo se puede estudiar un fragmento de
mundo, asirlo, entenderlo. El modelo permite moldear, manipular, simular (…)
Los modelos son flexibles, dinámicos. Un modelo facilita la comprensión del
todo desde la parte en estudio; pero entendida integralmente. Los modelos de
comunicación permiten, pues, el estudio de la comunicación y su desarrollo
entre los seres humanos y su construcción cultural. Los modelos de
comunicación pretenden explicar la realidad de las interacciones
comunicacionales, por supuesto, de un mundo ideal. Se propone el estudio y
desarrollo de la comunicación humana en contextos delimitados y concretos.
Un modelo de comunicación es una preocupación por la interacción. El sentido
de la comunicación, sus medios, la relación entre emisor y receptor, el ambiente
en el cual se desarrolla y los ruidos que la afectan; la trascendencia de dichas
interacciones comunicativas para los seres humanos, las sociedades y sus
organizaciones, son la razón para modelar la comunicación”.
- Uriel Sánchez, Modelos y Esquemas de Comunicación: algunos acercamientos
Modelo de Aristóteles
Aristóteles definió el estudio de la comunicación como la búsqueda de "todos los medios de persuasión que tenemos a nuestro alcance". Analizó las posibilidades de los demás propósitos que puede tener un orador. Sin embargo dejó muy claramente asentado que la meta principal de la comunicación es la persuasión, es decir, el intento que hace el orador de llevar a los demás a tener su mismo punto de vista. Este tipo de enfoque del propósito comunicativo siguió siendo popular hasta la segunda mitad del siglo XVIII, aunque el énfasis ya no se pusiera sobre los métodos de persuasión, sino en crear buenas imágenes del orador.
En el siglo XVII surgió una nueva escuela de pensamiento que se conocía con el nombre de psicología de las facultades. Esta escuela hacía una clara distinción entre el alma y la mente, atribuyendo diferentes facultades a cada una de éstas.
A fines de siglo XVIII los conceptos de la psicología de las facultades invadieron la retórica. El dualismo alma/mente fue interpretado y tomado como base para dos propósitos independientes entre sí, de la comunicación. Uno de los objetivos era de naturaleza intelectual o cognoscitivo, el otro era emocional. Uno apelaba a la mente y el otro al alma.
De acuerdo con esta teoría, uno de los objetivos de la comunicación era informativo: llamamiento hecho a la mente. Otro era persuasivo: llamado hecho al alma, a las emociones. Y otro más servía de entretenimiento. Se decía que se podría clasificar las intenciones del comunicador y el material que utilizar, dentro de estas categorías.
Una de las críticas hechas al concepto de una triple división del propósito se refiere a la naturaleza del lenguaje. Puede alegarse que existe una razón para creer que todo el uso del lenguaje tiene una dimensión persuasiva, y que la comunicación se hace completamente imposible si ésta, en una forma u otra, carece de intento de persuasión
La distinción que se hace entre información–persuasión–entretenimiento ha llevado a confusión en otro sentido. Hubo una tendencia a interpretar que estos propósitos son excluyentes. Es decir, que cuando uno está entreteniendo no está dando información; que cuando uno está persuadiendo no está entreteniendo, y así sucesivamente. Eso no es cierto, pero a pesar de ello esta distinción se hace frecuentemente.
Al considerar un contenido es difícil determinar si su propósito es informar persuadir, así como decir cuál será su efecto en el receptor y cuál la intención de la fuente al producirlo. Esto puede ser ilustrado por la confusión que nos encontramos en el campo educativo cuando tratamos de definir las humanidades, las artes o las ciencias en términos de contenido en lugar de hacerlo en términos de intención o efectos. Puede ocurrir que relacionemos ciertas características de un mensaje con determinados efectos o intenciones, pero parecería más acertado ubicar el propósito en la fuente y en el receptor, en vez de hacerlo en el mensaje.
De todas formas dos preguntas siguen en pie: afectar a quién y de qué modo.
El quién
Cualquier situación humana en que intervenga la comunicación implica la emisión de un mensaje por parte de alguien, y a su vez la recepción de ese mensaje por parte de otro. Cuando alguien escribe, otro debe leer lo que se ha escrito; si alguien pinta, otro ha de mirar lo pintado, y si alguien habla, también tiene que haber alguien que escuche lo que se dice. Cualquier análisis de un propósito comunicativo o del éxito obtenido al lograr la respuesta esperada, necesita plantear y contestar la siguiente pregunta: ¿A quién estaba destinado esto?
El cómo
Podemos ubicar o colocar el propósito de la comunicación en algún lugar, a lo largo de un continuum limitado en una de sus extremidades por lo que cabe definir como "propósito consumatorio" y en la otra por un "propósito instrumental". La posición a lo largo de este continuum está determinada por la respuesta a la pregunta de hasta qué punto se cumple totalmente el propósito de este mensaje en el momento de su consumación, o hasta qué punto llega esta consumación a ser solamente "instrumental" al provocar y permitir una conducta ulterior.
Modelo de Shannon y Weaver
Volvamos a Aristóteles, en su "Retórica" dijo que tenemos que considerar tres componentes en la comunicación: el orador, el discurso y el auditorio. La mayoría de modelos de comunicación no se apartan demasiado de lo que nos dijo Aristóteles. Uno de los modelos contemporáneos más utilizados fue desarrollado por el matemático Claude Shannon en 1947 y puesto al alcance de todo el público por Warren Weaver. Shannon y Weaver ni siquiera se referían a la comunicación humana: hablaban de comunicación electrónica. En realidad, Shannon trabajaba para el Laboratorio Teléfonico Bell. Sin embargo, hubo científicos que descubrieron que este modelo resultaba útil para describir la comunicación humana.
El modelo Shannon-Weaveres ciertamente compatible con la teoría de Aristóteles. De sus investigaciones concluyeron que los componentes de la comunicación pueden describirse de la forma siguiente:
- Una fuente
- Un transmisor
- Un receptor
- Un destino
Modelo de Laswell
Laswell uno de los autores considerados padres de la comunicación; pionero de la Ciencia política y de las teorías de la comunicación. Laswell se dedicó a analizar las técnicas de propaganda de la guerra mundial, también analizó el fenómeno del liderazgo político. Así llega el estudio de los medios de comunicación que son el canal por el cual se difunden los mensajes propagandísticos.
El modelo de Laswell se publicó, en 1948, en su artículo “Estructura y Función de la Comunicación de Masas” Donde es posible apreciar la presencia de las concepciones conductistas o behavoristas en el panorama científico de la época , las cuáles pretenden explicar el comportamiento de las masas como la respuesta ante distintos estímulos.
Además, se sitúa en un contexto político de entre guerras con el desarrollo del aparato propagandístico de la Unión Soviética y de la Alemania nazi creó una situación propicia para presuponer, a partir de principios conductistas, ciertos efectos de los medios masivos sin realizar ninguna indagación empírica.
El modelo de Laswell es un modelo básicamente descriptivo cuya finalidad es establecer los ámbitos de análisis de los actos comunicativos los cuáles podían ser descriptos a partir de responder 5 interrogantes: ¿(1) Quién dice (2) Qué, en (3) Qué Canal, (4) a Quién y con (5) Qué Efecto? y cada una tiene su propio significado u objetivo en el modelo.
¿Quién dice? (Análisis del control) Factores que inician y guían el acto de comunicación (comunicador). Emisor: el emisor es la persona que se encarga de emitir el mensaje.
¿Qué dice? (Análisis de contenido) -Los contenidos del mensaje. Mensaje: Lo que dice y expresa el emisor.
¿Por qué canal? (Análisis de los medios) - la radio, la prensa, las películas y otros canales Canal: Es el medio físico por el cual se envía el mensaje.
¿A quién dice? (Análisis de la audiencia) - personas a las que llegan los medios. Receptor: Es aquel que recibe el mensaje del emisor.
¿Con qué efecto? (Análisis de los efectos) - impacto sobre las audiencias. Efecto: que es lo que quiere que el Emisor capte o entienda.
Reproduce la comunicación como un proceso de transmisión lineal de un mensaje que parte del emisor hacia el receptor a través de un canal apropiado y con el código correspondientemente compartido por ambos agentes. Es decir, plantea un acto de comunicación conductista, un proceso asimétrico que parte de un emisor activo que produce un estímulo y llega a una masa pasiva de destinatarios que es “atacada” por el estímulo y reacciona en consecuencia. Los papeles del comunicador y del destinatario son aislados pues no mantienen ninguna relación.
Comunicador (Emisor) -----> Relación Aislada ------> Audiencia (Receptor o destinatario)
Activo Pasivo
La teoría de Lasswell considera que cuando se pretende llegar con un mensaje a una gran cantidad de personas, se debe tener muy claro quién va a codificar ese mensaje, cuáles son sus intenciones (el por qué y el para qué).
De ahí se deriva el contenido del mismo, quedando claro qué es exactamente lo que va a decir, para luego poder seleccionar el canal o medio de comunicación más apropiado que permita que el mensaje llegue bajo las condiciones óptimas al receptor y que éste a su vez esté preparado para recibir el mensaje y emitir una reacción o retroalimentación.
Modelo de Osgood y Schramm
En su modelo
de 1954, Osgood y Schramm postularon su idea de la circularidad de la
comunicación. Estos autores expresan que no puede comprenderse la comunicación
como si comenzara en un lugar y terminara en otro.
Esta proposición llevó a
comprender la comunicación como un proceso no lineal, a diferencia de la
propuesta de Shannon y Weaver, criticada justamente por esto. Osgood y Schramm
centran su atención en la conducta de los actores pero no diferencian sus
funciones; por el contrario, plantean que las partes del proceso son iguales y
realizan funciones idénticas: la codificación, la decodificación y la
interpretación.
La acción
codificadora equivale a la transmisión y la decodificadora a la recepción;
mientras que la interpretación la realizan tanto emisor como receptor. Los
autores suponen que la comunicación colectiva es menos circular que la
interpersonal y que su debilidad se encuentra en la relativa dificultad del
feedback.
Las empresas
informativas deducen que la inconformidad del público se expresa en cambiar el
canal o en dejar de comprar el periódico o medio impreso. Según este modelo, el
medio o empresa informativa realiza las mismas funciones comunicativas de los
sujetos: codificar, interpretar, decodificar, las que, su vez, se conforman de
varios subprocesos complejos, por tratarse de la integración de funciones de
personas diferentes. Estas funciones son realizadas por los periodistas o
redactores que, según la escala de decisión, determinarán finalmente lo que se
publica.
La audiencia
está conformada por individuos que pertenecen a grupos primarios o secundarios,
lo que, a su vez, según su interés, los convierte en multiplicadores de la
información recibida de los medios.
Desde esta perspectiva, la información de los
medios produce sus efectos más importantes a través de los individuos
multiplicadores y su influencia personal en los grupos.
Modelo de
David K. Berlo
David Berlo
(1960) propuso un modelo que enfatiza cómo los atributos de los cuatro
elementos principales (fuente, mensaje, canal y receptor) afectan a la
comunicación. Este modelo de FMCR resuelve algunos de los problemas del modelo
de Shannon y Weaver.
Como Berlo
define, la fuente es la creadora del mensaje – que es algún grupo o persona con
una razón para emplear la comunicación. Este mensaje es la traducción de ideas
en un código simbólico, como es el lenguaje o los gestos; el canal es el medio
por el cual el mensaje es transmitido; y el receptor es la persona (o grupo)
que es el objetivo de la comunicación.
El modelo de Berlo también especifica la
necesidad de decodificadores y codificadores en el proceso comunicativo. El
codificador es responsable de expresar el propósito principal en forma de
mensaje. En situaciones cara a cara, la función del codificador es realizada
por los mecanismos vocales, sistemas musculares y otros artefactos como la
apariencia, vestimenta, y ambiente que produce.
El modelo de
Berlo también describe algunos factores personales que podrían afectar el
proceso comunicativo. Estos elementos son las habilidades comunicadoras,
actitudes, conocimiento, sistemas sociales y ambiente cultural de tanto como la
fuente como el receptor.
Este modelo
se preocupa por la transmisión de una fuente al receptor. Las posibilidades de
retroalimentación son mínimas, y el comportamiento simultáneo de las personas
como fuentes y receptores no es cubierto adecuadamente. Falla al no considerar
la naturaleza dinámica de la comunicación. Este modelo también tiene una
utilidad limitada cuando se trata de confrontar a la comunicación en diferentes
contextos.
David K.
Berlo intercala un proceso de codificación y decodificación en el espacio
comprendido entre la emisión y la recepción del mensaje: “el codificador es el
que toma las ideas de una fuente y las elabora y ordena en un código
determinado, bajo la forma de un mensaje”.
En primer
lugar, el código puede consistir en un mensaje escrito en determinado idioma o
clave, en imágenes, gestos o palabras y aun en determinado canal, que puede o
no requerir de ser decodificado por parte del receptor.
Por mensaje
se entiende la unidad, idea o concepto, que lleva en sí mismo una dosis de
información útil como enlace o unión entre el emisor y el receptor, en el
supuesto de que ambos posean el código que permita la decodificación. Asimismo,
Berlo enumera otros tres factores que destacan en el mensaje: el código, el
contenido y el tratamiento.
El código es
el modo, la forma en que se estructuran en él los símbolos o mensajes, quedando
traducidos o convertidos en un lenguaje comprensible para el receptor o el
canal que lo decodificará y pondrá en otro o en el mismo código.
El contenido
se relacionara directamente con la selección de todo el material que sea de
utilidad para poder expresar un propósito o mensaje.
Por
tratamiento se entiende el modo en que el mensaje se presenta, la frecuencia
con que se emite, el énfasis que se le da y su intención.
El
complemento de todo acto de comunicación, y además su razón de ser, es el
receptor. De hecho, la mayoría de los mensajes son concebidos y emitidos de
acuerdo con la imagen o concepto que se tiene del receptor. Este, a su vez
recibe mensajes de acuerdo con la imagen o concepto que tiene el emisor o que
se forma a partir del mensaje mismo.
El receptor
decodifica el mensaje. Sus actitudes y su nivel académico y social, influirán
en la interpretación que dé a éstos. Reiteremos: el emisor y el receptor son los
elementos más importantes en el acto de comunicación.
Modelo de Raymond Nixon
Para Nixon la
retórica se asume como el primer tratamiento científico de la comunicación,
pero no conforme con esto además la reduce a la búsqueda de todos los medios
posibles de persuasión.
En 1963 Nixon
replantea el modelo aristotélico.
La
persona El discurso La persona
que
habla que que
pronuncia
escucha
QUIÉN DICE QUÉ A QUIÉN
Básicamente
Nixon le agrega 2 elementos al modelo de Lasswell:
•Las
interacciones con las que se emite el mensaje.
•Las
condiciones en que se recibe.
En los años
50 vuelve a tomar el esquema aristotélico modificado por Lasswell y reincorpora
dos elementos más:
•Las
intenciones con las que se emite el mensaje
•Las
condiciones en que se recibe
Modelo de
Lasswell con modificaciones de Nixon.
Modelo de McLuhan
McLuhan
inventó el tétrade como un medio para valorar el actual cambio cultural entre
el espacio acústico y el visual. Básicamente, es un modelo para estudiar el
impacto estructural de las tecnologías sobre la sociedad, a partir del
descubrimiento de McLuhan y Powers de que todos los medios de comunicación y
las tecnologías poseen una estructura fundamentalmente lingüística. Dicho de
otra forma: los medios de comunicación y las tecnologías no sólo son como el
lenguaje sino que en su forma esencial son lenguajes, cuyo origen proviene de
la capacidad del hombre de extenderse a sí mismo a través de sus sentidos hacia
el medio que lo rodea.
El desarrollo
del modelo general de la comunicación de McLuhan se basó en un estudio sobre
los aspectos formales de la comunicación lingüística que en el proceso
descubrió una estructura de tétrade.
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